Uniformes de brillantes colores en el campo de batalla

Al sonido de los tambores y los clarines, los ejércitos avanzan sobre el campo de batalla, en perfecta formación lineal. Portan brillantes uniformes, con el garbo y la gallardía que la casta militar manda.

Tercio español con arcabuz, antecesor del mosquete. Portaba brillantes colores rojos y amarillos. Jp.negre at French Wikipedia. Copy Left. Arte Libre.

Continente en recuperación

Las epidemias del siglo XIII y XIV, así como las continuas guerras entre cristianos y musulmanes, habían dejado una Europa devastada.

Tal y como lo mencionamos en nuestra entrada anterior, los Turcos Otomanos del sultán Mehemed II conquistaron Constantinopla el 29 de mayo de 1453. Con esta victoria, se cerraron los caminos tradicionales hacia China e India.

Esto provocó el inicio de la era de los exploradores ibéricos, que a su vez comenzarían la edad del mercantilismo.

Con el descubrimiento de la ruta por el Cabo de Buena Esperanza bordeando el continente africano por los portugueses, y con el descubrimiento de América por los españoles, nuevas riquezas comenzaron a fluir hacia Europa occidental.

Con el ascenso de las armas de fuego, los viajes bordeando África hacia la India y China y el comienzo de la subyugación del continente americano, la economía europea comenzó a despuntar otra vez.

 

Ejército de juguete del Zar Pedro I. Así se le llamaba, porque el Zar pasaba mucho tiempo entrenando con esas tropas. Autor P.N. Krekshin. Siglo XVIII. Dominio Público.

Levas no más. Lo de hoy: Ejércitos Profesionales

De pronto, las coronas europeas fueron lo suficientemente ricas como para permitirse mantener ejércitos profesionales cada vez más grandes. Los ejércitos comenzaron a profesionalizarse y atrás quedaron las levas de siervos.

Como consecuencia del uso de las armas de fuego, la instrucción de los soldados comenzó a ser más sencilla y no necesitaban décadas de entrenamiento para lograr resultados decentes en el campo de batalla.

Carolinos caminando por las calles de Estocolmo en 2017. Licencia This file is licensed under the Creative Commons Attribution-Share Alike 4.0 International license. Autor Frankie Fouganthin.

Colores nacionales en el campo de batalla

Para la guerra de los treinta años, entre 1618 y 1648, acontecida entre católicos y protestantes en el seno del Sacro Imperio Romano Germano en el centro de Europa, los ejércitos se presentaban en el campo de batalla portando en sus uniformes los colores nacionales:

Los carolinos de Suecia portaban vistosos uniformes con azul rey y amarillo brillante, colores de su lábaro patrio. Los famosos mosqueteros franceses portaban vistosos colores rojos y azules, dependiendo de su regimiento. Los ingleses comenzaron a portar sus características “casacas rojas”. Las tropas de los zares rusos vestían uniformes verdes con rojo.

Esto se debía, a que los comandantes de las tropas debían ser capaces de distinguir a sus soldados desde largas distancias. Además, el estilo de lucha, que fuera revolucionado por el rey sueco Gustavo Adolfo, influenciaría el estilo de lucha por los siguientes doscientos cincuenta años, hasta la Gran Guerra.

Batalla de los Pirineos. 28 de Julio de 1813. William Heath. Dominio Público.

A la luz del día luchamos y en la noche descansamos

Durante este periodo, comprendido desde la era de los exploradores, llegando a su clímax en las guerras napoleónicas a principios del siglo XIX y finalizando en la Primera Guerra Mundial, las batallas solían tener lugar normalmente de día.

Esto no quiere decir que no hubiese escaramuzas o incluso batallas nocturnas, pero las grandes batallas se llevaban a cabo siempre al tenor del astro sol.

Las tropas solían vivir de la tierra que pisaban, por lo que imponían graves penurias a los pueblos que visitaban. El equipo normal de batalla de cada soldado era realmente simple:

Un par de zapatos o botas, pantalones o calzones largos, casacas, un sombrero. Llevaban en sus fornituras y bandoleras municiones y pólvora.

Los mosquetes eran armas de avancarga, es decir, se cargaban por el frente. Los cañones eran lisos por dentro y la munición solía ser de un calibre inferior a la del cañón para facilitar su carga.

Sin embargo, esto provocaba que mucha de la energía de la deflagración de la pólvora se disipara y no ayudaba a la munición a ser más precisa o a llegar más lejos.

Ataque de la infantería prusiana. 1745. Karl Röchling. 1913. Dominio público.

¡Aguanten! No disparen hasta no ver el blanco de los ojos del enemigo

La poca precisión y el escaso alcance de los mosquetes, propiciaron un estilo de lucha único, que requería mucha disciplina en las tropas:

Debían ser valientes, porque marcharían en el campo de batalla, acercándose al enemigo, bajo fuego de artillería, para lograr estar lo suficientemente cerca para acertar al blanco.

Una vez que llegaban al punto designado por el oficial, los mosqueteros se acomodaban en dos filas, la de enfrente de rodillas y la inmediata siguiente de pie. A la orden del oficial, preparaban, apuntaban y disparaban.

Una vez realizado el disparo, las dos líneas debían pasar a atrás para dejar el turno a los soldados siguientes, para poder recargar.

La disciplina era necesaria, porque todo esto sucedía al mismo tiempo que el enemigo también disparaba sus mosquetes y continuaba disparando sus cañones de artillería.

Al finalizar el tiempo de “escaramuza”, los soldados se enfrentaban en peleas cuerpo a cuerpo con sus oponentes, ya fuera con las bayonetas de sus mosquetes o con espadas o lanzas.

No era extraño que pelotones enteros fuera masacrados, pero que los pocos supervivientes lo hicieran sin una sola herida. Así de imprecisas eran las armas de aquella época.

Batalla de Antietam. Thure De Thulstrup. 1887. Dominio Público.

Pantalones y kepis rojos, hasta la Gran Guerra

Este estilo de lucha se enfrentaría a su prueba de fuego durante la guerra civil estadounidense, pero no se modificaría de manera sustancial sino hasta el estallido y subsecuente implementación durante las primeras semanas de la Gran Guerra, lo que provocaría unas cantidades monstruosas de bajas, entre los ejércitos beligerantes.

De lo que pasó después, te lo platicaremos en nuestra siguiente entrada.

 

¿Quieres conocer cómo inició la Gran Guerra? Te lo platicamos aquí.

Para saber más: The Armchair Historian. Why did Soldiers Fight in Colorful Uniforms?

1 thought on “Uniformes de brillantes colores en el campo de batalla”

  1. Pingback: El equipo militar en el siglo XX – Special Tactics

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