Soldados alemanes partiendo al frente

Las tácticas de la Gran Guerra

Una gigantesca conflagración europea se dibuja en el horizonte. Agosto de 1914, los contendientes se miran fijamente: La entente, conformada por El Imperio Británico, la Tercera República Francesa y el Imperio Ruso por un lado, y la alianza de los Imperios Alemán y Austro-Húngaro por el otro. Tensiones que tienen cuarenta años gestándose estallarán en una guerra absurda que pondrá a prueba todo tipo de costumbres: sociales, económicas y militares. La Gran Guerra ha llegado.

La guerra para acabar con todas las guerras

La modernidad o “era contemporánea” comenzó con la Primera Guerra Mundial. La “Gran Guerra”, como sería conocida entonces, marcó el cambio más radical en milenios de historia humana: la iniciaron imperios que se desmoronaron incluso antes del término de la conflagración; la comenzaron emperadores y la culminaron proletarios. Así de importante fue la Gran Guerra.

Soldados alemanes partiendo al frente
Soldados alemanes partiendo al frente. En los letreros de la izquierda se lee: “En viaje hacia Paris” y “Nos vemos en el Boulevard”. Fotografía de Oscar Tellgmann.

Inventos nuevos, tácticas viejas

Fue en los campos de batalla europeos de 1914 a 1918, donde aparecieron, utilizaron y perfeccionaron la mayoría de las armas que hoy consideramos modernas: El avión, el tanque, el lanzallamas, los submarinos, los gases lacrimógenos y venenosos; entre muchos otros artefactos e invenciones nacidas en precedente era victoriana.

Además, masificó el uso de granadas, fusiles de repetición, ametralladoras y artillería de fuego indirecto; modificándose así las tácticas de batalla que habían imperado desde la época de los exploradores europeos en el siglo XV y que llegó a su cénit en las guerras napoleónicas a principios del siglo XIX.

La industrialización de las batallas que comenzó durante la Guerra Civil Estadounidense y su perfeccionamiento durante las guerras coloniales africanas y la guerra Ruso-Japonesa de 1905, marcarían un nuevo punto de inflexión.

Al principio de la Gran Guerra se le llama “la guerra de movimientos” cuando los alemanes y los franco-británicos se intentaron flanquear unos a otros en un frente que iba desde los Alpes suizos hasta el mar del norte.

Hubo enfrentamientos entre las tropas de los imperios centrales y los aliados de la entente, que demostraron que los viejos usos de hacer la guerra debían cambiar: en agosto de 1914, quedó claro que los viejos generales al mando de las tropas de los beligerantes, no comprendían los vientos de cambio.

 

George Scott - A la baïonnette! - Public Domain
Representación de un ataque de tropas francesas al inicio de la Gran Guerra, realizado por el corresponsal de guerra y pintor francés Georges Scott.

¡A la carga mis valientes!

Para poner en perspectiva: al iniciar la guerra, Francia avanzó dentro de Alemania, pero utilizando sus viejas tácticas del siglo XIX: uniformes coloridos, oficiales blandiendo sables al aire, bandas de guerra tocando marchas militares y soldados marchando en línea, concentrados, en campo abierto.

El 20 de agosto, al acercarse a una colina defendida por el ejército imperial alemán en Morhange, los atacantes franceses fueron masacrados. El 22 de agosto, en Virton, Bélgica, los franceses intentaron otro asalto contra los alemanes. Avanzando bajo una espesa niebla, los atacantes sentían el paso seguro. Pero cuando la niebla se disipó, los franceses fueron abatidos por fuego de ametralladora y artillería, por los cientos y hasta miles.

En un solo día, el citado 22 de agosto, los franceses perdieron veintisiete mil soldados. Para finales del mes, habían perdido ya setenta y cinco mil de personal, así como casi doscientos mil entre heridos y prisioneros.

Estos desastres se explican, por los mismos manuales de entrenamiento del ejército francés: “un [soldado en] asalto, podía moverse 50 metros en veinte segundos, antes de que el enemigo tuviese tiempo de recargar”. Se obviaba, evidentemente, la existencia de las ametralladoras, que ya desde aquella época podían escupir cientos de balas antes de tener que recargar.

Los desastres no fueron exclusivos del ejército francés, sino de todas las naciones beligerantes, pero quizá son los más representativos, y nos ponen en evidencia la dificultad del avance de la infantería en la guerra moderna.

¿Qué puede permitir que un soldado permanezca en el campo de batalla, sin ser un blanco perfecto para su enemigo? La respuesta: ponerse a cubierto. ¿Y si no hay en dónde cubrirse? Tendrás que cavar trincheras. De ellas hablaremos en nuestra siguiente entrada.

 

Fuentes:

https://www.youtube.com/watch?v=KH9Lcs534EI – Uniformes franceses en la primera guerra mundial. – Canal The Great War

https://youtu.be/Y-OYK2M4U3Y?list=PLB2vhKMBjSxO1lsrC98VOyOzfW0Gn8Tga – Guerra nueva con generales viejos – Canal The Great War

2 thoughts on “Las tácticas de la Gran Guerra”

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