Hace un par de semanas al estar lavando las navajas del procesador de alimentos sufrí un accidente. Las navajas se me resbalaron de mi mano derecha y una de las hojas golpeó el dedo pulgar de mi mano izquierda haciendo un corte de 1.5cm de largo y como dice Yolol: “No hay accidente inteligente”. Derivado de este accidente pensé en platicarles en cómo es que he ido aprendiendo a través de la experiencia y pláticas con expertos a armar un kit de primeros auxilios con el que pueda atender emergencias leves.
En tu casa, lugar de trabajo e incluso en tu auto deberías de contar con un kit listo para atender heridas menores como cortaduras, raspaduras, quemaduras leves; analgésicos, etc.. Que te ayude, si es necesario a llegar a recibir atención médica.
No me declaro experto pero con la experiencia he ido aprendiendo a que llevar conmigo. Así como yo aprendí, es tarea tuya hacer conciencia de lo que implica tu día a día, los riesgos que puedes correr y tomar en cuenta enfermedades pre existentes, alergias, malestares, etc. para poder armar un kit de primeros auxilios que te sirva a ti y no sea uno genérico de los que venden en las farmacias.
En mi caso. Aprendí sobre las heridas que podría sufrir primero, en la escuela de cocina y después trabajando en cocinas. Qué ponerte y qué no, cómo curarte, cómo detener un sangrado.
Un par de casos que no olvido, no me sucedió a mi pero yo estaba presente, sobre qué NO poner en una cortada cuando trabajas en una cocina, donde seguramente existe un botiquín.
La primera. Un compañero de la escuela se hizo una cortada profunda en uno de los dedos (herida común cuando trabajas jornadas largas con cuchillos), a lo que un chef instructor procedió a llevarlo a la tarja enjuagar la herida y taponarla con café molido para detener la hemorragia. El café cumplió su función pero al no ser un producto “inocuo” la herida de mi compañero terminó con una infección menor y una vuelta al hospital.
La segunda fue ya trabajando en banquetes. Misma historia, un compañero se cortó. Esa ocasión el mismo fue a lavarse con agua y jabón y para detener la hemorragia hundió su dedo en un recipiente de pimienta molida.
No recuerdo cuál fue la conclusión de la segunda vez pero aprendí una lección de estos dos eventos: No tratar de curar una herida con algo que no está limpio.
Dicho lo anterior, sé que hay muchas hierbas y especias que son antisépticas. Que lo sean no quiere decir que no estén contaminados y si lo están provocarán una infección en la herida.
He sufrido variedad de cortes en tamaño y profundidad en las manos derivado del trabajo con cuchillos y objetos punzo cortantes; además de quemaduras y otras lesiones trabajando en cocinas.
En el campo de juego los impactos de las bb´s me han reventado los labios, la piel de la nariz; raspones por caídas, espinado las rodillas y manos.
Con la experiencia adquirida aprendí que en mi kit de primeros auxilios debo de llevar: alcohol etílico para limpieza de la zona, gasas de algodón para absorber y cubrir la herida, cinta adhesiva, antiséptico para desinfectar la herida, sulfatiazol en polvo para ayudar a detener el sangrado, analgésicos, pastillas de magnesio para la acidez, antihistamínicos, además de una navaja suiza y una venda nueva.
En casa, además de lo anterior agrego: antidiarreico, pomadas para golpes, pomadas para quemaduras y rozaduras. Si tienes mascotas en casa no te olvides de tener un apartado con lo necesario para atender heridas leves.
Espero que lo anterior les sea de ayuda para hacer conciencia en lo que tú necesitas tener para atender emergencias en casa o fuera de casa.
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De parte de Special Tactics les deseo felices fiestas.
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