Tanque británico Mark IV

El nacimiento de las armas combinadas

La Gran Guerra está llegando a su fin. Alemania fracasó en la Kaiserschlacht, y ahora están a la defensiva. Los británicos, a la cabeza de la ofensiva, preparan sus máquinas de guerra para aplastar las defensas de Paul von Hindenburg y Erich Ludendorff.

Tanque británico Mark IV
Los tanques Mark IV representaron la piedra angular de las ofensivas británicas en 1917 y 1918. Domino público.

Poderosos pero no infalibles

Los británicos comenzaron a producir grandes cantidades de tanques, como lo vimos en nuestra entrada anterior. El Mark I vio acción el 16 de septiembre de 1916, en la batalla del Somme. De una fuerza de aproximadamente treinta tanques, solamente nueve lograron romper el frente alemán; todos los demás, fallaron inclusive antes de entrar en acción. Y de los que lograron avanzar, ninguno logró concretar sus éxitos por falta de apoyo de la infantería.

Los tanques demostraron tener blindaje suficiente para detener los calibres pequeños y las esquirlas de la artillería de alto explosivo, pero podía ser penetrado por balas antiblindaje “SMK”, que eran unas balas de 7.92×57mm (8×57mm IS), además por los cañones antitanque 3.7cm TAK 1918.

Geballte Ladung
Una carga de granada de mano “moledor de papas”, con seis cargas explosivas adicionales. Dominio público,

Asimismo, eran vulnerables a los tiros de artillería directos y de morteros. La infantería se defendían con granadas de carga concentrada, llamadas “Geballte Ladung”, que aventaban por debajo para causar más daño al tanque.

Contrario a lo que pudiéramos pensar en la actualidad, los tanques resultaron tener una limitación importante. Estos “todo terreno” primitivos, demostraron no ser tan todo terreno en suelo fangoso.

La batalla de Cambrai
Un tanque del batallón ‘G’ del Corps de Tanques de la 40ma División, pasando artillería alemana capturada en Graincourt, en su camino a su siguiente ofensiva en el bosque de Bourlon, 23 de noviembre de 1917.

Nuevas tácticas para un tipo de guerra nuevo

En la batalla de Cambrai, que tuvo lugar entre el 20 de noviembre y el 6 de diciembre de 1918, los británicos utilizaron una fuerza de aproximadamente cuatrocientos tanques Mark IV.

Se ideó un plan para permitir el avance de la infantería detrás de los tanques para poder limpiar el frente alemán: equipados dos tanques con anclas navales, debían avanzar juntos sobre el alambre de espino y una vez superado el obstáculo principal, después deberían abrirse en direcciones opuestas, para jalar el alambre de púas detrás de ellos y permitir el paso franco de la infantería sobre donde estaba antes el alambre de espino.

El plan tuvo una falla catastrófica: Al haber utilizado todos los tanques que tenían a su disposición, los británicos se quedaron sin reservas. Además, la caballería que se suponía que debía seguir a los tanques una vez roto el frente, no los siguió, dejando solas a las tropas acorazadas y esperaron hasta la mañana siguiente para avanzar.

En consecuencia, la perfilada victoria británica no se cristalizó. En esa ocasión, los tanques por sí solos lograron reventar el frente alemán, pero tal fue el éxito, que los mismos británicos no supieron explotar tales ganancias.

Cien días en ofensiva. La batalla de Amiens.
Situación de la saliente de Amiens a partir del 8 de agosto de 1918. Se aprecian, en las distintas líneas rojas, el avance de las tropas británicas a lo largo de las semanas. Domino público.

Los golpes finales al Imperio Alemán

Finalmente, para la batalla Ameins, el 8 de agosto de 1918, atacaron 600 tanques Mark VI británicos, ya con tácticas más elaboradas de acompañamiento con infantería, en tres horas se avanzaron más que en tres meses de la tercera batalla de Ypres.

Ésta batalla es reconocida como la primera batalla de “armas combinadas” de la historia, donde seis divisiones de infantería, dos de caballería y nueve batallones de tanques, que fueron acompañados por aviones de ataque a tierra, aplastaron el frente alemán.

Al romperse las defensas alemanas, el alto mando germano comprendió que no tenía ni los hombres ni las armas para contrarrestar a los aliados. La situación económica del imperio, su soledad y asilamiento político al haber perdido a todos sus aliados y el ingreso de los EEUU a la Gran Guerra, movió definitivamente la balanza a favor de la entente.

 

La firma del armisticio. Harold H. Piffard. Dominio Público.
La firma del armisticio 11 de noviembre de 1918. Harold H. Piffard. Dominio Público.

Fin de esta guerra, pero no se acabaron las guerras…

De esta manera, nació el concepto de armas combinadas, donde diferentes tipos de tropas atacan en coordinación para lograr los objetivos trazados, comprendiendo armas tan distintas como la artillería, los tanques, la infantería, e incluso las fuerzas aéreas o marítimas.

Si bien la infantería es y será por siempre el corazón de las fuerzas armadas, en la Primera Guerra Mundial nació el concepto de la guerra móvil, siendo la punta de lanza, la nueva arma blindada, que hasta las guerras de Irak y Afganistán, resultaron ser la punta de lanza de los ataques de los ejércitos modernos.

 

Para saber más:

Canales de YouTube:

Military History Visualized.

The Great War.

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