¿Que mochila comprar? ¿Esta es suficientemente grande? ¿Estoy exagerando? ¿Solo la voy a usar una vez? ¿Me llevó una más chica? Tantas opciones y ni idea de que comprar. Yo pasé por eso mismo, y te puedo ayudar a que tu llegues a tu solución.
Mi primer cerro: El Volcan de Tequila
Despues de varios meses de sequia, en los lados del camino empedrado hay grandes pilas de hojarasca de los robles que habitan este cerro. El intenso calor cedió con una lluvia pasajera pero también redujo la duración del día.
Al final de una de las tantas curvas de este camino, hay un claro en el bosque, plano y sin inclinación. Un campista que lleva una mochila de porteo azul, inspecciona el claro desde la orilla del empedrado.
A los pocos minutos llegan otros dos, con mochilas más viejas pero también adecuadas para la faena. Un buen tiempo después llega el último par de este grupo. Yo soy uno de ellos, sudando y sin aliento estoy pagando las consecuencias de mis desiciones.
A primera vista mi pobre balance y exceso de carga es evidente. Además de tener mal ajustada mi mochila de porteo a mi espalda, en mi hombro derecho se balancea una bolsa de mensajero de lona, y al frente, incomodamente llevo una mochila de 20 L.
Para mi versión de 17 años, está es mi primer aventura acampando. Hasta este punto, ha sido una prueba de resistencia fisica y mental, pero no por el terreno o lo improvisado de mi preparacion sino por mi poca disponibilidad a pedir consejo para compensar mi falta de experiencia.
Pero después de caminar seis horas, lo que quiero es sentarme y comer.
Antes de que pueda sentarme, mi amigo de la mochila de porteo azul, nos aconseja aprovechar la poca luz de Sol que queda para levantar el campamento.
Uno de mis amigos ubica un excelente lugar para levantar la casa de campaña, limpiamos el area y extendemos en el piso la reliquia de lona gruesa que traje a cuestas hasta aqui. Todo va bien hasta que toca el momento de usar las estacas, después de voltear de cabeza mi mochila de porteo, no las encuentro.
Decidimos cambiar el lugar para la casa por uno más cercano a los arboles, hay más que limpiar y esta bastante irregular pero al menos ahi podemos correr una cuerda para colgar la casa de dos aguas que usaba mi padre cuando tenia mi edad y en la que hoy dormiremos.
Con el refugio levantado, calmo mi hambre con una lata de elotes, uno de los vegetales que menos disfruto pero al menos estoy sentado y aparentemente pronto tendremos fuego, o al menos, esa es la intención de otro de mis amigos que lucha por prender la fogata.
Esta pequeña tregua, me hace reflexionar acerca de la noche anterior cuando apresuradamente armé mi mochila. Quize cargar todo, y al final ¡No cargué nada! Es decir, nada de lo útil porque ¡¡Traigo tres mochilas!!
Con lo húmedo de la hojarasca, es evidente que no habrá fogata, asi que decido dejar de ahumarme y me voy a dormir, aunque mi ropa mojada por el sudor y la llovizna de la tarde me lo hacen dificil, mi Super Poder para dormir donde sea, funciona.
Que mochila comprar – Tamaño
Hay muchas lecciones que aprender de mi experiencia de hace poco más de 20 años. Ya platicamos acerca de como elegir y cargar lo necesario para tu campamento, asi que me voy a enfocar en el espacio de carga.
En vez de cargar con mas de una mochila llena al mismo tiempo, es mejor elegir la que más se acerca al tamaño de lo que necesitas. Redondea hacia abajo ¿Porque? Porque entre más espacio tienes, más cosas vas a encontrar para llenarla.
Tengo un amigo que considera que tu condición fisica debe de ser tu límite de carga. Coincido a medias con él. Es cierto, hay que tener buena condición fisica pero no es practico cargar con absolutamente todo, no solo por el peso, también por que en cualquier situación, debe de ser facil encontrar lo que buscas y por supuesto recordar que lo cargas.
Elige el volumen de tu mochila adecuado para tu aventura al aire libre y para tu capacidad física.
En mi experiencia, mi mochila de 25 L me ha sido suficiente para aventuras de más de ocho horas, pero no menos de 48 horas. Mientras que he usado la de 50 L para hasta tres días afuera. Recuerda, que tu kilometraje puede variar, usa el sentido común.
También ten en mente lo que dice mi amigo, si de plano la fuerza muscular de tu torso superior es tan pequeña que escapa cualquier medición es buen momento de comenzar con alguna rutina de ejercicio.
Ojo, hay ocasiones en que una segunda mochila podría ser útil pero te aconsejo que este vacia y bien asegurada a una más grande hasta que sea momento de disponer de ella.
Que mochila comprar – Diseño
Existe una enorme variedad, de diseños y funcionalidades para mochilas y con ello también varia su precio.
Elige la mochila con las características que tú quieras, pero asegurate que tenga las siguientes:
- Que cuente con dos correas anchas para los hombros, de preferencia con acolchonamiento.
- Adicionalmente, haz lo posible porque también tenga una banda para la cintura
- También es útil, aunque no indispensable que tenga otra más pequeña a la altura del pecho.
- Que esté construida de un material resistente. De preferencia, que al mismo tiempo sea ligero; probablemente esto último influye más en su precio que la marca.
Paga por lo que necesitas y evita desperdiciar dinero por características que no son relevantes.
Ojo, con esto no te digo que por ninguna razón compres algo porque te gusta, porque te aseguro que encontrarás funcionalidades que se te antojen y quizá te serían útiles, si tienes el presupuesto, adelante comprala solo no dejes de priorizar.
Otros usos
Hay un punto muy importante, cuando compro una mochila, trato de elegir la que también pueda usar en más de una situación. Por ejemplo, mi mochila de 25 L no solo me acompaña a los eventos Milsim que asisto, también me sirve para acampar y senderear pero donde más frecuentemente me verás con ella es mientras pedaleo a mi trabajo, usando los mismos principios que te platique en mi artículo anterior aplicados a un contexto urbano
¿Y mi mochila de 50L? Es mi maleta para viajes y por supuesto para mis jugadas de domingo.
Si bien, el dinero es un factor limitante, no puede ser tu variable de decisión. Compra bien, una sola vez y sacale todo el jugo que puedas.
Mi experiencia subiendo el Cerro de Tequila, lejos de ahuyentarme del campismo y senderismo, sembró la semilla para hacer algo más, continua leyendo mis blogs y ¡Vive aventuras épicas al Aire Libre!
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