Mochila de Asalto ¡Tú pasaporte a un fin de semana épico! Imagina vivir con tus amigos aventuras épicas durante todo un fin de semana.
La adrenalina de estar en territorio hostil, la incertidumbre de vivir un ataque sorpresa ¡Y la gran satisfacción de junto con tus amigos estar listos para replegar al enemigo! Pero ¿Cómo le haces para ser efectivo durante 40 horas en un evento de Milsim?
Te voy a platicar de la Mochila de Asalto
De Patrulla con tu Mochila de Asalto
Las sombras de los contados grupos de pinos se proyectan largas en las múltiples colinas salpicadas con una que otra piedra gigante, comunes en esta parte del bosque.
El polvoso Xal, se adhiere a tu mochila de 60 L que descansa junto a ocho más entre los pastizales que crecieron en la parte alta de esta colina.
El grupo de colinas es cortado al sur por una cañada que esconde un río tras una larga arboleda de altos robles.
Es diciembre, este es tu primer evento de Milsim. Perteneces al Primer Pelotón, todos sus elementos están ocupados fortificando las colinas donde cada uno de sus cuatro escuadrones pasará la noche.
Este pelotón ocupa el vértice más al sur de un desfigurado triangulo que forma el FOB del Task Force de la OTAN encargado de eliminar o replegar a toda la presencia de Fuerzas Rusas en la zona.
En cada uno vértices del polígono hay un pelotón mientras que HQ ocupa su centro
Tu cabeza está nublada por el cansancio, pero no dejas de moverte rápidamente. Las ultimas veinte horas dejaron claro que los rusos atacan en cualquier momento, pero nunca se sabe por dónde llegará el golpe.
Hay poco tiempo que perder, esta colina no solo será tu hogar durante las siguientes horas también será la pared con la que se toparan los rusos si vienen de la arboleda al fondo de la cañada.
Todos echan mano de las herramientas que trajeron consigo, palas, hachas, bolsas para arena, paracord y lona. Tu mochila de 25 L engulló un hacha sin problemas y la regurgito en un santiamén cuando fue necesario usarla.
Con ella fácilmente cortas a la medida algunos palos que refuerzan el parapeto que has construido. Mientras golpeas con fuerza las varas, en tu espalda se sacude la mochila pero sin perder su lugar, sus cuatro bandas la mantienen bien ajustada a ti.
Haces una pausa. Intentas tragar saliva, pero aparentemente toda el agua de tu cuerpo se vació por tu frente; tu mano izquierda raspa contra ella cuando secas las profusas gotas de sudor mezcladas con el Xal.
Das un largo suspiro y con una sola mano destapas la tripa que corre por el tirante derecho de la mochila de ataque y que se conecta a la vejiga de hidratación de 2.5 L que trajiste
A la par de un buen sorbo te sientas a la sombra de la peña que domina esta colina.
El respaldo de la mochila de ataque se siente acolchado y razonablemente fresco, en parte por la bolsa para cargar la vejiga de hidratación que ocupa toda esa área y en parte por el material que la compone.
Te tomas un momento para recuperar el aliento, el que trae la ametralladora ligera del escuadrón se acerca a ti preguntado por el paracord.
Fácilmente desabrochas las correas horizontales de la mochila de ataque y de un movimiento te desembarazas de ella, de su bolsa frontal inferior extraes un rollo de paracord verde olivo y se lo entregas a tu compañero.
La vista de las fortificaciones orientadas hacia la cañada que tu escuadrón, el Uno Dos, levantó te dan alivio y un sensación de orgullo.
El gruñir de tus tripas suena a la par del cierre vertical la bolsa frontal superior de la mochila de ataque. Con facilidad obtienes de ella una barra de trailmix que no solo te dará calorías, también proporciona proteínas a tus gastados músculos.
Mientras masticas, volteas la vista a la colina noroeste, la más cercana, y al ver las fortificaciones construidas ahí, tienes la certeza que el escuadrón que acampó ahí está tan cansado como tú.
La clave para ser efectivo
Es crucial entender que necesitas durante y después de tu travesía. Si es más de lo que puedes cargar cómodamente en tus bolsillos, es posible que necesites una mochila.
Menos, es más. Si después de razonar los requerimientos de tu odisea no encuentras una razón para llevar mochila, no la lleves. Así es, recorrer una gran distancia no implica que debes de llevar una Mochila de Asalto.
Recuerda, no importa si estás en el bosque o en un área urbana, tus manos deben de estar libres y tus sentidos pendientes de tus alrededores, y si cargas una mochila el peso debe de estar bien distribuido y tu equipo bien asegurado y ordenado como te platico en el siguiente artículo de esta serie.
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