El ejército de Iraq se encuentra apostado a lo largo de la frontera con Arabia Saudita, mirando hacia el desierto. De repente, cargas de uranio empobrecido comienzan a caer sobre las posiciones de los defensores. Sorprendidos, los iraquíes intentan repeler el ataque, sin éxito. Es la Primera Guerra del Golfo Pérsico.
Como lo vimos en nuestra entrada anterior, Saddam Hussein había librado una larga y cruenta guerra contra su vecino Irán, sin que ninguno de los dos bandos pudiese ser declarado vencedor.
Si bien la lógica diría, que Iraq estaría devastado por la guerra e intentaría salir adelante por medios pacíficos para apuntalar su economía… Esto no sucedió.
Por el contrario, Saddam Hussein tenía el cuarto ejército más numeroso del mundo, detrás de la Unión Soviética, los Estados Unidos y la República Popular de China.
Entonces, aduciendo que Kuwait era un “invento británico”, porque originalmente formaba parte de la provincia otomana de Basra; dijo que Kuwait formaba para integral de su territorio.
Además, acusó a los kuwaitíes de estar robando petróleo de un pozo en la frontera y de no cumplir con las cuotas de producción de petróleo de la OPEP, Saddam ordenó la invasión del pequeño emirato en agosto de 1990.
El Escudo del Desierto
El 2 de agosto de 1990, a petición de los EEUU, el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó la resolución 660, condenando la invasión de Kuwait y demandando la retirada de tropas iraquíes.
Iraq intentó negociar en este punto, pero las propuestas que hacían eco de la versión iraquí fueron rechazadas por el Reino Unido, los Estados Unidos y la Unión Soviética.
Temiendo una invasión de Iraq a Arabia Saudita, lo que le daría la inmensa mayoría de las reservas comprobadas de petróleo a Iraq, los EEUU fraguaron una coalición internacional, para la protección de los saudíes, y la posterior liberación de Kuwait.
A esta operación, se le llamó “Escudo del Desierto”.
Si bien entre las justificaciones utilizadas por los EEUU para entrar en guerra hubo engaños como a supuesta concentración de tropas en la frontera de Kuwait con Arabia Saudita (que fue desmentida con fotografías satelitales soviéticas) o el testimonio falso conocido como “Testimonio Nayirah” donde una jovencita de quince años manifestó que soldados iraquíes habían sacado a bebés kuwaitíes de incubadoras y los dejaron morir en el suelo, cuestión que fue desmentida con posterioridad, la maquinaria de guerra ya estaba en marcha; aunado a que sí hubo sucesos catalogados como crímenes de guerra realizados por los iraquíes.
Operación “Tormenta del Desierto”
Luego de una campaña aérea destinada a aplastar las defensas antiaéreas iraquíes y asegurar la superioridad de la coalición, tropas de la coalición se internaron en Kuwait e Iraq, para lograr la retirada de los invasores.
De esta manera, la coalición liderada por EEUU logró en una operación que duraría 100 horas, aplastar el ejército iraquí, contener a la Guardia Republicana y la liberación de Kuwait.
En la noche del 25 al 26 de febrero de 1991, tuvo lugar la batalla de 73 Easting, la mayor batalla de carros blindados desde la batalla de Kursk en la Segunda Guerra Mundial; infringiéndole su primer derrota terrestre a la guardia republicana iraquí.
En todos los demás frentes, luego de unas pequeñas escaramuzas, los soldados iraquíes se rendían en masa, lo que hizo que las tropas de la coalición avanzaran como “un cuchillo caliento a través de mantequilla”.
La retirada de Kuwait
El 26 de febrero de 1991, los iraquíes comenzaron a retirarse de Kuwait. Sin embargo quemaron 737 campos de petróleo en su retirada, lo que produjo un desastre ambiental.
También hubo un incidente donde aviones norteamericanos bloquearon una columna iraquí que iba en retirada, destruyendo cientos de vehículos en un lapso de 10 horas.
Existe controversia aun hoy día, si lo anterior fue una masacre perpetrada por los estadunidenses, o solamente la destrucción de equipo militar con bajas mínimas para el enemigo.
Las consecuencias
Si bien Saddam Hussein fue derrotado y Kuwait liberado, nada cambió sustancialmente en Iraq. Saddam conservó el poder y durante diez años, siguió al frente de la nación árabe.
Aplastó sendas revueltas a lo largo y ancho del país, así como realizó desplazamiento de personas e incluso bombardeó comunidades kurdas con armas químicas como represalia para sus levantamientos armados.
Todo esto, además de la sed por mostrar su hegemonía geopolítica, llevaría a los Estados Unidos a invadir, mediante mentiras dichas por su Secretario de Estado en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, a invadir nuevamente Iraq luego de los ataques de Al-Qaeda del once de septiembre de 2001.
De eso, platicaremos en nuestra próxima entrada.
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