Te encuentras de guardia en un paraje desolado en mitad de la nada, en Afganistán. De pronto, el perrito que te acompaña se vuelve loco ladrando hacia la nada. Te pones tus googles de visión nocturna y lo ves. Cambias a infrarrojo y lo pierdes. Los ladridos no cesan.
Cambias a visión nocturna otra vez y lo encuentras, cien metros más cerca de ti. Regresas a infrarrojo y lo vuelves a perder. No para de ladrar. Entonces, sientes que alguien te toca el hombro, pero no hay nadie contigo.
Algo está muy mal con este lugar…
Un puesto de observación en medio de la nada
En la provincia afgana de Helmand, se encuentra un pequeño puesto de observación que domina los campos de amapola, nombrado “La Roca”.
Los lugareños de las aldeas de Amir Agha consideran esa zona como “maldita”, después de décadas de conflicto militar.
Cuando las fuerzas de la OTAN invadieron Afganistán, en la zona que nos ocupa había talibanes por todos lados. Sin embargo, la alianza atlántica intentó sacarlos.
Cuando los marines llegaron a ese lugar, descubrieron que era más que adobe amontonado en una loma:
Tenía algunos túneles en su base y una cámara secreta, quizá fue un pequeño fuerte o una tumba en el pasado. Sin embargo, una carga explosiva de los estadunidenses destruiría los túneles.
Los secretos de La Roca
Durante el tiempo de ocupación, los soldados britano-norteamericanos encontraron huesos humanos enterrados en la improvisada fortaleza. Como se dijo antes, un misil estadunidense había impactado en la zona, lo que hizo creer a sus tropas que varios muyahidines fueron enterrados en ese lugar.
Pero algunos de esos huesos parecían tener décadas de antigüedad. Incluso, había algunos que parecían tener cientos de años.
Aparentemente, el lugar había funcionado como una pequeña fortaleza, pero con el paso de los años se le dio uso también como cementerio.
Los imperios Safávida, Mughal y Gasnávida habían tenido presencia en esa zona, pero se cree que incluso Alejandro Magno de Macedonia pasó por ahí.
Sin embargo, durante los años previos a la invasión soviética de Afganistán, en ese mismo sitio hubo un gran enfrentamiento entre muyahidines y comunistas afganos, que resultó en la ejecución sumaria de los comunistas.
Los ajusticiados fueron enterrados ahí mismo. Aunque algunos de los familiares de los comunistas regresaron para desenterrar a sus familiares, algunos quedaron en ese mismo lugar sin ser reclamados.
Cuando llegó la ocupación de la OTAN, el lugar sería conocido como un puesto maldito.
Hechos inexplicables
Uno de los marines que estuvieron estacionados en ese lugar en 2009, reportó haber visto luces misteriosas, escuchar estática inexplicable en su radio encriptado y simplemente haber sentido que “sucedían cosas extrañas”. Como si alguien o “algo” lo estuviera observando.
También mencionó que el olor cambiaba por las noches. Como si algo se estuviera pudriendo ahí adentro. Simplemente olía a muerto.
Pero no solo eso. A la mitad del verano, se sentían bajas inexplicables de temperatura, así como también escuchaban voces por las noches.
Debe ser estrés y fatiga, estamos imaginando cosas… fue lo que los marines estacionados en La Roca, pensaron. Habían estado en combate real, habían perdido compañeros, también habían estado expuestos al abrasador calor afgano, las rotaciones habían tardado un poco más en llegar. Todo debe ser fatiga. Seguramente eso es.
Pero hay cosas que simplemente no se pueden explicar. Algunos dijeron haber escuchado palabras en ruso susurrando en la oscuridad. Pero nadie les creía. Solamente las personas que habían estado estacionadas en ese lugar, lo entendían.
El lugar vio una derrota soviética en 1982
A unos cuantos cientos de metros hacia el este de La Roca, están los restos de un vehículo de transporte de personal soviético destruido. En 1982, tuvo lugar una ofensiva soviética en la zona de Gasmir, que no tuvo éxito.
Una sangrienta batalla por el control de la zona sucedió ahí. La resistencia de los muyahidines a los soviéticos fue tan intensa, que los segundos tuvieron que cancelar la ofensiva.
Cuando transitaban por la zona, hubo vehículos armados soviéticos que quedaron atascados en el lodo. Algunos fueron destruidos, tragados por la tierra, dicen los lugareños.
Toda esa zona se encuentra maldita, por quizá los cientos de cuerpos enterrados ahí, y de las decenas de personas que han muerto de forma violenta.
¿Quieres conocer la versión de los marines estacionados en la zona en 2009? Te la platicaremos en la próxima entrada.
Te contamos de la vez que los muertos se levantaron para pelear y morir de nuevo.
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