El fusil de los “chicos buenos”

Te encuentras en una misión de reconocimiento en la ciudad afgana de Kandahar, a mediados de la década del 2000.

En ese momento, desde una ventana en un segundo piso cercano comienza a llover plomo sobre ti y tu equipo.

Fuerzas especiales estadunidenses con Hamid Karzai en Kandahar. 2001. Dominio público.

Tus muchachos se cubren, mientras tú cargas una granada de 40mm en el accesorio de tu M-4 y neutralizas la amenaza a una gran distancia.

Con el accesorio aumentador de tu mira, escudriñas el área. Parece que es seguro. ¡Estás armado con el arma más versátil del mundo!

Como lo vimos en nuestra entrada anterior, desde la Rusia soviética llegó el AK-47 para luchar en cuanta revolución social ocurrió durante la segunda mitad del siglo XX.

El enfrentamiento más icónico entre los fusiles de oriente y occidente sucedió en la Guerra de Vietnam. Pero ya llegaremos a eso.

Soldado armado con M14 en Vietnam. Dominio público.

Que sí, que no

Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, las fuerzas armadas de los Estados Unidos tenían una gran variedad de fusiles a su disposición. Desde el M1 Garand, parando por la M3 Grease Gun, la infame Thompson, y el M1918 BAR.

En un intento por estandarizar sus armas y calibres, se comenzó a desarrollar un nuevo calibre, el 7,62×51 OTAN.

Entrando en la competencia para el desarrollo de un nuevo rifle, la empresa ArmaLite participó en las pruebas con su novel AR-10 en el otoño de 1956.

Tenía un diseño innovador, se fabricaba con elementos metálicos de acero y aluminio, así como plásticos.

Además, resultaba ser el rifle más ligero de entre los evaluados. Aun así, la competencia fue ganada por la modernización del M1 Garand, el T44, que recibiría la denominación M14.

Fusil M14. Dominio Público,

Los primeros enfrentamientos con los fabricados en Tula

Durante la guerra de Vietnam, los M14 se enfrentaron a los AK-47. En esa primera etapa, se reportó que el M14 era imposible de controlar en fuego automático y el otro fusil a disposición de los norteamericanos, el M2, no tenía el poder de fuego suficiente para imponerse a los norvietnamitas. Se necesitaba un arma nueva.

De esta manera, se comenzó el desarrollo de un arma ligera, que tuviera un cargador de por lo menos veinte tiros y con el poder de fuego suficiente para controlar el campo de batalla. Así nació el AR-15.

Durante las pruebas, se demostró que un pelotón de 5 a 7 hombres armados con el AR-15 tenía el mismo poder de fuego que un pelotón de 11 hombres armados con M14, además de que probó ser más fiable.

Sin embargo, a finales de los años 50 el ejército norteamericano vetó el AR-15 en favor del M14. Esto causó que su desarrollador, ArmaLite, vendiera su diseño a Colt.

AR-10 de Armalite. Fotografía de Le-Boulanger.

Así comenzó su vuelo

Durante 1960, Colt realizó cambios en el arma y comenzó a promocionar su producto en el sudeste de Asia. Su primer cliente fue Malasia, nación que encargó 300 rifles.

Mientras tanto, en los EEUU continuaban las pruebas y comparaciones entre el M14 y el AR-15. Se demostró que era más fácil de llegar al grado de “experto” con el AR-15 que con el M14, además de que era mucho más fácil de controlar en modo automático.

Sin importar lo anterior, dentro del Ejército todavía había resistencia a adoptar el nuevo rifle, ahora por la introducción del calibre 5,56; logrando que incluso el entonces presidente John Kennedy detuviera nuevamente su adopción.

No fue sino hasta 1963 que se ordenó detener la producción del M14 y la adopción del AR-15, que recibió la denominación militar M16, de calibre 5,56x45mm.

Rangers sudvietnamitas armados durante la ofensiva del Tet.

Pero la burocracia hizo de las suyas

Al momento de su adopción, el Ejército de EEUU solicitó que se agregara un botón de empuje frontal para cerrar el cerrojo. Esto, en caso de que un cartucho no entrase en la recámara. El diseño con esta característica fue denominado XM16E1.

Esta característica, resultaría desastrosa en las selvas del sudeste de Asia: provocaba el encasquillamiento del arma al entrar suciedad en la recámara, ya fuera externa del ambiente o por residuos de los cartuchos disparados.

No era raro que los marines dejasen su M16 encasquillado y tomaran un AK-47 de un enemigo caído para seguir en el combate.

Estos problemas fueron resueltos poco a poco por Colt. A partir de aquí, la reputación del M16 comenzó a mejorar; pero de eso hablaremos en nuestra siguiente entrada.

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