El equipo del guerrero en la época clásica

Espadas, lanzas, armaduras, yelmos. Durante muchísimos años, las guerras se pelearon con armas punzantes y cortantes, que eran contrarrestadas por escudos y corazas de todo tipo. Es el equipo del guerrero.

Europa Clásica: Hoplitas y Legionarios

Las dos representaciones más famosas de guerreros de la antigüedad que están en la memoria popular, son los hoplitas griegos y los legionarios romanos. Aunque los segundos válidamente pueden ser considerados evolución de los primeros, sus equipamientos dictaban a estos guerreros la manera de pelear.

Los hoplitas

La falange griega, la formación que utilizaban los hoplitas, era una rígida formación donde los hombres estaban lado a lado luchando como un solo cuerpo, efectiva en campo abierto y dominó los campos de batalla europeos antes de la ascensión de Roma.

En su cabeza llevaban un casco, de estilo corintio, tracio o frigio, que protegía toda la cabeza. El más famoso de ellos, el casco corintio protegía también la cara; más protección venía a cambio de dejar al guerrero con sus sentidos del oído y la vista disminuidos.

En el torso, llevaban una armadura que podía ser de bronce y otros materiales, como el cuero. Las de metal podían llegar a pesar casi treinta kilogramos. Estas armaduras solían estar acompañadas por faldones con dos líneas de tiras de cuero que protegían la parte superior de las piernas, para no restar movilidad.

Las piernas llevaban protección solamente de la rodilla para abajo, por unas protecciones llamadas cnémidas, unas grebas de bronce.

La protección principal era el grande y pesado escudo redondo de un metro de diámetro, llamado aspis u hoplon, con el que se protegía la parte izquierda del cuerpo, así como la parte derecha del compañero a su lado.

Las armas de los hoplitas eran la lanza pesada, llamada doru, que podía tener casi tres metros de largo, y una espada corta llamada xifos, que eran un arma secundaria que se utilizaba cuando las lanzas se rompían.

Ser y estar: los hoplitas debían ser ricos

Como se puede observar, el equipo de los hoplitas es uno de guerrero de élite, que debían ser parte de las clases dominantes de las ciudades estado griegas. Cada hoplita debía procurarse su propio equipo y no existía en realidad una estandarización en el mismo, que podía responder a modas culturales.

Los legionarios

La falange y por lo tanto, los hoplitas, tenían sus limitaciones. Dependían mucho del terreno y al ser una formación cerrada, era muy poco maniobrable.

De esto aprendieron los romanos, que como la civilización más adaptable de la antigüedad, tomaron elementos de los griegos y de muchos de sus enemigos y crearon la mejor máquina de guerra que ha dado la Europa mediterránea: la legión.

Como es imposible abordar mil años de historia en estas líneas, solamente hablaremos de las legiones en los tiempos del cénit del poder romano: El reinado de César Augusto.

En aquel momento se creó el sistema de legiones permanentes que eran alimentadas por reclutas profesionales, no levas.

Al ser una fuerza permanente del Estado romano, pudieron especializarse y hasta cierto punto, estandarizarse.

Ave César, morituri te salutant

El casco era el Imperial Gálico/Itálico, que dependía más que su estilo, las manos que lo habían fabricado.

Su característica más importante es que era plegable, así que el legionario no debía traerlo puesto en su cabeza todo el tiempo cuando marchaba y podía llevarlo colgado junto su demás equipo.

Protegía la cabeza, la parte de atrás y también los lados, pero con espacio para que el portador pudiese escuchar.

La armadura que llevaban era conocida como lórica segmentata, una armadura compuesta por varias capas de hierro o acero insipiente, que se mantenían unidas gracias a cuerdas de cuero.

Era mucho más flexible que las armaduras griegas. No era un invento romano, lo tomaron de los países del oriente y lo adaptaron y adoptaron como propio.

No llevaban grebas, sino que la defensa era depositada tanto en casco y armadura, como en el gran escudo rectangular y curvo, llamado scutum, característico de las legiones imperiales.

Pero en sus pies, llevaban sandalias especiales que contaban con “tacos” de metal, parecidos a los que usan los futbolistas modernos.

Finalmente, estaban armados con una o más lanzas medianas llamadas pillum, que lanzaban contra el enemigo y eran completamente desechables.

El arma principal del legionario hasta el siglo III d. C, era el gladius, una espada corta ideal para apuñalar al enemigo que tomaron de los celtíberos de Hispania.

También llevaban un puñal, llamada pugio, que podía ser considerada como arma secundaria.

Con este equipo, las legiones romanas conquistaron desde la frontera de Escocia hasta Iraq y de Rumania a Marruecos.

 

Pero el equipo no lo es todo

Los míticos hoplitas del Peloponeso con el tiempo fueron vencidos por los legionarios romanos. Ello se debió un poco al equipo y la tecnología, sí, pero también a que, no importa que tengas el mejor equipamiento de la historia… el secreto es saberlo utilizar. Practicar mucho, practicar más y luego un poco más.

Las legiones romanas fueron el más importante cuerpo de ejército profesional de la historia, concepto que renacería varias veces a lo largo de los siglos, pero que llegaría a su punto culmen hasta las guerras de la era de la información; el ejército profesional, es lo que hizo grande a la Roma Imperial.

Si quieres saber un poco más del equipo que usaron los alemanes durante la Gran Guerra, te lo platicamos aquí.

Para conocer más de la tecnología militar romana, puedes acceder al Canal de YouTube The Metatron.