Usando tácticas de guerra convencional y no convencional, así como tácticas de control de propaganda usando las redes sociales, el Estado Islámico tomó al medio oriente por sorpresa. De esta manera, se desató un periodo todavía más violento en Iraq y Siria, en el que de manera improvisada, adversarios se unieron para detener la expansión del califato. Es la lucha contra el Estado Islámico.
Como vimos en la entrada anterior, gracias al liderazgo de Abu Bakr al-Baghdadi, Al-Qaeda en Iraq se convirtió en el Estado Islámico. Así el estallido de la guerra civil en Siria en el año 2011 fue aprovechado por los islamistas, para ganar fuerza en el caos de la guerra civil siria, patrocinada desde Washington por el gobierno de Barack Obama.
Las tácticas del Estado Islámico
Para sorpresa de los analistas geopolíticos del mundo, el Estado Islámico empleó una amplia gama de tácticas en su lucha por expandir el califato por medio oriente. Desde tácticas militares convencionales, guerra de guerrillas, operaciones psicológicas y brutales tácticas de terror, aparentemente todo estaba permitido para la expansión de su poder.
Utilizando equipo capturado, a las fuerzas iraquíes y sirias, lo que le permitió utilizar vehículos blindados, tanques y artillería pesada. Con ésta, el Estado Islámico pudo realizar ágiles ataques a las posiciones de sus enemigos, a veces en superioridad de fuerzas.
Una vez capturado el territorio, se le caracterizó por su habilidad para montar posiciones defensivas, puntos de control y campos minados, para consolidad su control sobre el territorio y repeler contraataques.
Asimismo, realizaban pequeñas escaramuzas acosando a sus enemigos y retirándose rápidamente, para evitar ser confrontados por fuerzas superiores. También se especializaron en la lucha urbana y el empleo de emboscadas para causar cuantiosas bajas a sus enemigos y no solamente golpearles físicamente, sino también en su moral.
Terror, para sacarle el peor susto al miedo
Y dicho todo lo anterior, el Estado Islámico se hizo famoso en todo el mundo por sus tácticas de terror, empleadas contra sus enemigos y también contra la población civil que habitaba el territorio bajo su control.
La violencia extrema de ataques suicidas, torturas físicas y psicológicas a los capturados, ejecuciones públicas y las famosas decapitaciones transmitidas en vivo por las redes sociales, le granjearon fama (de inconmensurable infamia) por todo el mundo.
Y de la misma manera, su aparato de propaganda era utilizado por el Estado Islámico para intimidar a sus enemigos, como para conseguir que más personas decidieran ingresar sus filas para expandir el califato desde Indonesia hasta España.
Y una vez que habían tomado una posición geográfica, el Estado Islámico explotaba tanto la tierra como a los habitantes de la región: Desde los recursos petroleros, agropecuarios e instituciones financieras eran explotados para mantener al califato.
Además, cohercionaban a las poblaciones para unirse a su causa, bajo amenaza de ejercer violencia contra ellos. Muchos niños fueron reclutados para ser utilizados como atacantes suicidas o carne de cañón en el frente.
Demasiado extremos para Al-Qaeda
Aunque en un principio Al-Qaeda, liderado por el heredero de Osama Bin Laden, Ayman al-Zawahiri, determinó que las tácticas utilizadas por el Estado Islámico eran demasiado brutales y que su violencia sectaria tendría consecuencias no deseadas para Al-Qaeda.
Sin embargo, el Estado Islámico estuvo ligado a Al-Qaeda bajo el liderazgo de Abu Bakr al-Baghdadi, que aprovechando la coyuntura de la guerra civil en Siria, comenzaron a tomar un poder que no habían detentado antes.
Es así que el Estado Islámico luchó contra las fuerzas del gobierno Sirio de Bashar al-Assad, así como también contra rebeldes como el Ejército Libre de Siria, nacionalistas y comunistas kurdos, y organizaciones terroristas como el Frente Al-Nusra.
De esta manera, el Estado Islámico comenzó a hacerse de más territorios, tanto en Siria como en el norte de Iraq. En los nuevos territorios, se aplicó al ley islámica (sharia) de manera ortodoxa, deteniendo a personas por fumar, tener sexo fuera del matrimonio o protestar contra la manera de gobernar del Estado Islámico.
En este punto, Al-Qaeda emitió un comunicado donde se deslindaba del Estado Islámico, declarando que ni les apoyaba ni les asesoraba de ninguna manera.
No obstante, el Estado Islámico tomó control de puntos fronterizos con Turquía, así como de las ciudades iraquíes de Ámbar, Faluya y Ramadi. En este punto, a mediados de 2014, con la ayuda de antiguos integrantes del ejército de Saddam Hussein, el Estado Islámico se hizo con el control de vastas zonas del norte de Iraq, como Samarra, Mosul y Tikrit. Así, el gobierno títere de Iraq perdió el control de toda su frontera con Siria y Jordania.
Combate al Estado Islámico
Los EEUU no se quedarían con los brazos cruzados. En agosto de 2014 se lanzó la Operación “Resolución Inherente”, a petición del gobierno de Iraq que fue respondido por el gobierno de Barack Obama, para luchar en contra del Estado Islámico, así como grupos armados iraquíes compuestos por veteranos del ejército de Saddam Hussein.
Se formó entonces otra coalición internacional, para realizar ataques aéreos y terrestres contra el Estado Islámico, que poco a poco, fueron desgastando a los islamistas para ir retomando el control de tierras iraquíes de las garras de los islamistas.
Mientras tanto, el gobierno de Bashar Al-Assad se encuentra en serios problemas. Desgastado por la lucha con los rebeldes sirios, así como los jihadistas del Estado Islámico y otros grupos insurgentes, parece que el gobierno está por colapsar. Pero los sirios tienen aliados a los cuales acudir.
Es así que, desde el otro lado de las montañas del Cáucaso, Rusia responde el llamado de sus antiguos aliados.
La guerra contra el Estado Islámico todavía no acaba. De ella, hablaremos en nuestra próxima entrada.
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